Entradas

Undécimo acto: Final del trayecto

Madrugón, madrugón. Taxi y aeropuerto. Hacemos un check in rápido (esto de ir en bussines tiene muchas ventajas) y vamos a las tiendas a comprar algo (mi hija ya tiene algo pero al peque no le he comprado nada todavía). El avión sale muy puntual y como a la ida, antes de ponerme el cinturón tengo una azafata que me pregunta si quiero una copa de champagne. Como veo que no tiene leche con colacao y magdalenas acepto champagne como desayuno. Esto es cerrar el viaje a lo grande. Me hace ilusión hacer una foto de “la Palmera” desde el aire pero no lo consigo. Al cabo de un rato nos traen el desayuno de verdad, más adelante un aperitivo y después la comida. El avión aterriza puntualmente en barajas. ¡¡Ya estamos aquí!! Final del trayecto. Pillamos un taxi y para casa. Mis suegros están en casa y me dan una calurosa bienvenida. Son las 15:15h. Me da tiempo a descargar las cosas, ponerme cómodo e ir a por los niños al cole. Voy caminando hacia el colegio con la abuela. Hace mucho tiempo que

Décimo acto: La tía del triquini

Nos levantamos prontito que hay que ver Dubai. Después de desayunar nos pillamos un autobús de esos de giris de dos plantas y nos subimos en la de arriba a disfrutar del aire cachondo de Dubai. Hacemos un par de rutas, paramos en un centro comercial espectacular que está ambientado en el antiguo Egipto (http://www.wafi.com/). Recorremos la zona de playa, es un paraje parecido a lo que sería la zona de las Marinas en Denia. Una carretera paralela a la costa de playa con unos barrios residenciales que quitan el hipo, las construcciones son preciosas. Lo he decidido, mi próxima casa me la hago con estilo árabe. Pasamos por la zona de la palmera (no se aprecia gran cosa desde abajo) y de edificios simbólicos de Dubai. Todo muy espectacular. Para las 14:00 del medio día decidimos volver al hotel. Es hora de relajarse. Me pongo el bañador y me voy a la piscina del hotel. Se está de vicio y las vistas son magníficas. Un poco de piscina, un poco de tumbona, la música de fondo. De repente lle

Noveno acto: ¡¡Estamos en el cielo!!

Nos hemos levantado a primera hora para llamar a una agencia que opera desde esta base militar. Conseguimos billetes para hoy (que suerte). El avión sale a eso de las 11:30 h. Perdemos la mañana sin hacer nada. Llegamos al aeropuerto de la base y facturamos. Nos queda nada para salir de Chiquitistán. “Salomón, del purgatorio al cielo”. No llega a dos horas de trayecto y estamos aterrizando en Dubai. ¡¡¡ Buffff , que calor pero que pasada !!! Desde el avión he visto una mansión que debe ser del emir pq era alucinante. Creo que le he hecho una foto. Si la encuentro la cuelgo. Es lo más grande que he visto nunca. Mientras esperamos las maletas buscamos una zona wifi, pues no tenemos la reserva del hotel. Aquí, en esta zona del aeropuerto no hay. Probaremos más adelante. Recogemos las maletas y pasamos por una especie de aduana. Hay puestos de hombres y de mujeres. Con la cara de pocos amigos que tienen todas y vestidas de negro parecen rottweilers cabreados pero mi subconsciente me hace e

Octavo acto: Del infierno al purgatorio

Nos levantamos. Nuestras últimas horas en este lugar. Hacemos la maleta y nos vamos a desayunar. Después de desayunar me paso por una tienda a ver si veo una gorrita para mi hijo. No la veo pero he visto algo para mi mujer, je, je, jeeeee. Devolvemos el cojín y las sábanas, hacemos lo que sería el checkout del alojamiento. Y a esperar la salida del avión (faltan cuatro horas). Ya hemos hecho el check in del aeropuerto. Estamos en la sala de espera haciendo tiempo hasta que salga nuestro avión. De repente… empieza a sonar la sirena y la misma voz metálica que empieza a decir “Ground attack, ground attack, ground attack…”. Miro a Salomón y le digo “Salomón, que todavía se nos fastidia y nos tenemos que quedar”. Afortunadamente no pasa de ahí y al cabo de un cuarto de hora estamos subiendo a un Hércules C130 de las FFAA canadienses y como en las películas, con chaleco, casco y sentados unos en frente de otros. En menos de dos horas estamos aterrizando en otra base militar. Pero menuda bas

Séptimo acto: Estamos donde estamos

Es sábado y nos hemos levantado más tarde de lo normal. Total, no tenemos nada que hacer. Salomón no ha pegado ojo en toda la noche. Decidimos ir a desayunar. Vamos como siempre a la terraza del griego. La terraza del griego está al lado del aeropuerto. Es más, comparten rejas. Cuando llegamos allí vemos algo raro. Han abierto unas puertas metálicas que comunican la base con el aeropuerto y hay una serie de soldados franceses en formación flanqueando a un lado y a otro lo que sería la entrada. Veo un avión no militar a lo lejos. Yo le digo a Salomón que debe ser que ha llegado algún alto cargo (ministro o lo que sea) y lo van a recibir. Salomón es más mal pensado que yo y dice que no, que va a ser otra cosa. Salomón tiene razón. Está entrando por la puerta abierta otro grupo de soldados franceses en formación desfilando muy lenta y ceremoniosamente. Les sigue un pequeño camión de trasporte cuyo remolque es una plataforma. Se dirigen como a cámara lenta hacia un helicóptero. Desde la te

Sexto acto: Como en Titanic

Hoy nos hemos levantado un poco antes de lo normal. Ya tenemos todo el trabajo hecho. Sólo falta hacer unas pruebas (las han estado haciendo durante toda la noche mientras nosotros dormíamos). Estamos a la espera de saber los resultados. Si todo va bien esto se acabó. De momento nos vamos al mercadillo local y compramos alguna cosa. Hay de todo un poco y hay más gente de lo que me imaginaba. Nos llaman a eso de las 14:30 del medio día. Las pruebas se han pasado. Sólo falta recoger una serie de firmas. Empezamos a tramitar el viaje de vuelta. Parece ser que nos va a toca esperar pues no hay disponibilidad de avión. Puffff, pues vaya gracia. Estamos a la espera de volar de una base militar a otra sin tener nada que hacer. ¡¡ Menuda p… !! ¡¡Va a ser un poco aburrido !! Y todo esto es sólo para hacer la primera escala. Pues nada, habrá q aguantar un poco más… Pasamos la tarde en el centro de ocio. Se nota que es viernes, está toda la gente aquí. Conseguimos la Play y jugamos unas partidas

Quinto Acto: La tentación se llama Salomón

El regimiento entero de noruegos se ha levantado a las 05:30. Nos quedamos sólo tres personas en la tienda de 24. Seguimos durmiendo. Cuando nos volvemos a despertar el que hace tres se ha ido ya. Estamos solos. Me giro a la izquierda (mira que me repetí a mi mismo que no lo haría) y allí estaba él, enseñando carne y tentándome. Como Ulises en la Odisea de Homero tuve que atarme a la cama para evitar ser atraído por ese canto de sirenas que era Salomón enseñando la hucha. Vuelve el tercer elemento… Estoy salvado, la tentación se aleja… Tengo un trancazo de miedo. El aire acondicionado por la noche me da de lleno. Tendré que ir al hospital a que me den algo. El trabajo está muy avanzado y nos queda muy poco de estar aquí. Por motivos de seguridad no puedo contar ciertos detalles del trabajo ni puedo hacer fotos a los aviones y helicópteros militares (y si las hubiera hecho no las publicaría  ) aunque sí que podemos hacer fotos dentro de la base. Así que me decido a hacer un álbum de pi